Desde el 9 de mayo de 1.964 el santuario del Perpetuo Socorro funciona como parroquia. Fue erigida por Don Casimiro Morcillo, obispo electo de Madrid Alcalá; pero sin haber tomado todavía posesión de su nueva diócesis. Con el Perpetuo Socorro fue erigida también la vecina del corazón de María: desgajadas de Santa Engracia, ya que ella atendía sola atendía a cerca de 100.000 fieles. El motivo fue el consejo de los Padres conciliares del Vaticano II de que los fieles tuvieran más cercanía y contacto con sus párrocos. Al Perpetuo Socorro le corresponderían 17.000 feligreses.

Inmediatamente comenzaron a funcionar y a normalizarse todas las actividades parroquiales, en aquellos años efervescentes del Concilio. Destacamos la renovación litúrgica. Se le dio gran importancia desde el principio. Se creó un equipo de animación litúrgica, con cursos de formación y conectado a los cursillos del Instituto Berit, coros de jóvenes cantores con sus guitarras, y otro de mayores, de lectores para las diversas Misas, de ministros extraordinarios de la Eucaristía. Algún Padre comentaba las Misas de mayor asistencia los domingos y fiestas. En los últimos años, y sobre todo en los tiempos litúrgicos fuertes, un buen grupo de laicos rezan en común laudes y vísperas. Un pequeño grupo de señoras voluntarias mantiene limpios el presbiterio y la sacristía.

Una creación importante fue la del Consejo de pastoral parroquial ya en 1.986. Fue sin duda uno de los primeros en la diócesis para analizar en común las necesidades, problemas y posibilidades de la parroquia en orden a una pastoral insertada en la realidad concreta. Ayudar a los principales responsables a animar las diversas actividades.

El movimiento familiar cristiano:

Fue uno de los primeros en crearse en la parroquia y pronto se formaron tres grupos que se reunían periódicamente en sus casas. Todavía en nuestros días existe un grupo con cierta vitalidad.

La acción católica en sus cuatro ramas:

Fue uno de los más duraderos y dinámicos, prácticamente hasta el Concilio. Hoy, muy envejecida la parroquia, se intenta mantener con un pequeño grupo.

Se mantienen vivas las novenas y ejercicios espirituales que se predicaban ya cada año, antes de ser parroquia, por tandas a los diversos grupos: hombres, mujeres, jóvenes, y también a los alumnos de varios centros.

Archicofradía del Perpetuo Socorro

Bastantes años antes de la llegada de los redentoristas a Zaragoza existía ya en la parroquia de Santa Catalina la Archicofradía, para honrar a la Virgen y darla a conocer. Celebraban cada año su novena y otros cultos. En nuestra parroquia alcanzó su novena un gran esplendor con numerosos miembros y devotos. Al ser Patrona de Sanidad Militar y de los Colegios Médicos y otras organizaciones acudían en su fiesta hasta nueve generales con desfiles y bandas militares, celebrando la Eucaristía cada hora por canónigos de renombre.

La catequesis a todos los niveles: Bautismal, de Primera Comunión, de Confirmación, prematrimonial.

No puede faltar en una parroquia. Por eso en 1.980 se creó en la nuestra la Escuela de catequistas que funcionó con éxito varios años. Se reclutaban alumnos preferentemente entre los confirmandos. Recibían clases para profundizar en el Evangelio y en la doctrina de la Iglesia y estaban conectados con los cursillos del Instituto Berit. Aprendían el manejo de audiovisuales, dinámicas de grupo y otras técnicas útiles para preparar la catequesis. Se les proporcionaba bibliografía elemental y se les enseñaba a usarla.

La catequesis de Primera Comunión y de Confirmación se impartía en dos años. La asistencia a estas catequesis hace unos años muy numerosa, ha decaído mucho en nuestros días por falta de jóvenes en la parroquia. Esperemos tiempos mejores.

Los Grupos de Scouts durante varios años funcionaron con cinco unidades que integraban a 120 muchachos, clasificados por edades y dirigidos por 16 monitores y un comité de 12 personas. Ejercían múltiples actividades y asistían a campamentos de verano.

Cáritas y Acción Social siempre han existido dentro de la Parroquia, en conexión con Cáritas diocesana ayudando  a resolver muchos problemas y necesidades materiales. Como obra social importante y necesaria fue la acogida de las personas mayores y enfermas en varios pisos de la feligresía, en colaboración con las parroquias del Corazón de maría y de San Juan de la Cruz. Esta hermosa obra culminó con la fundación del Patronato Goya, que construyó la residencia de mayores en Garrapinillos en un terreno donado por una familia de la parroquia.

Atención a los enfermos. Desde el comienzo la parroquia ha cuidado la atención a los enfermos. Siempre existió un Padre encargado de esta pastoral.